viernes, 3 de abril de 2009

El valor del estudio de casos en un entorno virtual de enseñanza aprendizaje EVEA.


A la hora de hacer que un grupo tenga que solucionar un caso planteado dentro del estudio virtual, el objetivo es que el grupo pueda valorar y solucionar problemas que más adelante le sucederán como situaciones reales.

Una de las ventajas que plantea esta forma de trabajo es que se puede trabajar sobre cualquier tipo de caso: puede ser peligroso o no en la situación real, puede necesitar de grandes elementos humanos o recursos económicos en la situación real, pero su abstración va a permitir que los alumnos trabajen con situaciones que bien podrían ser reales sobre entornos virtuales, lo que facilitará su aprendizaje.

El hecho de recoger situaciones de la realidad y plantear un caso motiva a los alumnos que tienen que resolverlo más que si fuese un planteamiento totalmente teórico. Además, es una estupenda forma de aplicar la teoría a la práctica.

Aquí los estudiantes pueden trabajar con 2 tipos de casos:
  • casos cerrados, ya resueltos, para ver como resolver en futuras ocasiones casos similares
  • casos abiertos, no solucionados, donde son los propios estudiantes los que toman decisiones y continuan de una manera o de otra
Estos últimos casos tratan que:
  • los alumnos alcancen una comprensión alta del proceso para llegar a la solución como de la situación de la que parten
  • los alumnos puedan debatir y aportar motivos por los cuales se llega a una situación
  • los alumnos realicen intervenciones para solucionar el problema o al menos, para tratar de hacerla más manejable

Por supuesto, para que eso suceda el tutor ha de evitar que los alumnos se desvíen de la posible solución, es decir, ha de orientarles pero no guiárles, pues son los alumnos quienes han de llegar por sí mismos a esa solución. De ese modo, el tutor no participa, pero puede orientarles hacia dónde deberían de llegar para solucionar el caso, y para aplicar conceptos teóricos a dicha solución.

Es normal que exista un caos inicial en estas soluciones, pues cada uno tratará de aportar su punto de vista, por ello es el tutor quién ha de hacer de orientador y encaminarles a la solución.

Una vez se centren los alumnos, aparecerán posibles soluciones e ideas. El problema es que con grupos grandes, pueden convertirse en un caos, pues serían muchas posibles soluciones o variantes de la solución, por lo que sería recomendable dividir el grupo en grupos de 3 ó 4 personas.

Una vez se ha debatido el problema y se ha llegado a la solución, los grupos aportarán una síntesis de las conclusiones obtenidas. De este modo, se ha fomentado otro aspecto de la enseñanza: el trabajo en grupo de los participantes.

Un enlace que es muy interesante, desde mi punto de vista: http://prometeo.us.es/elearning/caso/sit1/sit1.htm

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